Los pobres son mi peso y mi dolor

San Vicente de Paúl
27 de septiembre

     Vicente nace en una familia campesina de Pouy (Francia), el 24 de abril de 1581. De pequeño se dedica a cuidar cerdos. A los 19 años es ordenado sacerdote.
     Navegando por el Mediterráneo, es capturado y despojado por piratas mahometanos, y pasa dos años prisionero en Túnez (Africa).     
     Allí convierte a su patrón, que lo deja libre. Vuelto a París, hace de capellán en la corte real y a la vez se dedica a evangelizar a los prisioneros que reman en las naves, y a los campesinos pobres.
     Funda la Congregación de la Misión, los lazaristas, vicentinos o paúles. Suele decir: “No me basta amar a Dios si no amo a mi prójimo. Los pobres son mi peso y mi dolor”.  
     Se dedica también a la formación del clero y funda un seminario menor y otro mayor. Con una penitente suya, Luisa de Marillac, luego santa, funda las Hijas de la Caridad, y más tarde la rama masculina, los Siervos de los Pobres. En París funda también un instituto para niños huérfanos.
     Afirma que “los pobres sufren más por falta de organización para llevarles ayuda, que por falta de personas que quieran ayudar”. También decía: “Si en el momento de la oración hay que llevar a algún un medicamento u otro auxilio cualquiera, vayan con el ánimo bien tranquilo, ofreciendo ese servicio como una prolongación de la oración”.
     Vicente, “hombre-para-los-otros”, de una actividad e interioridad sorprendentes, sube a la gloria eterna en París el 27 de septiembre de 1660, y es canonizado en 1737.

p.j.