Declaraciones de varios galardonados con el premio Nóbel.
ARTHUR COMPTON (1892-1962)
Premio Nóbel de física 1927 por su descubrimiento del denominado efecto Compton y su investigación de los rayos cósmicos y de la reflexión, polarización y espectros de los rayos
“Para mí, la fe comienza con la comprensión de que una inteligencia suprema dio el ser al universo y creó al hombre. No me cuesta tener esa fe, porque el orden e inteligencia del cosmos dan testimonio de la más sublime declaración jamás hecha: “En el principio creó Dios”...»
ARNO PENZIAS (1933- )
Premio Nóbel de física 1978 por su descubrimiento de la radiación de fondo cósmica, patrones que otros físicos interpretaron como prueba de que el Universo fue creado a partir de la nada o Big Bang.
«Si no tuviera otros datos que los primeros capítulos del Génesis, algunos de los Salmos y otros pasajes de las Escrituras, habría llegado esencialmente a la misma conclusión en cuanto al origen del Universo que la que nos aportan los datos científicos».
ERNST BORIS CHAIN (1906 - 1979)
Premio Nóbel de medicina 1945 por su trabajo con la penicilina.
«La idea fundamental del designio o propósito [divino]... mira fijamente al biólogo, no importa en dónde ponga este los ojos... La probabilidad de que un acontecimiento como el origen de las moléculas de ADN haya tenido lugar por pura casualidad, es sencillamente demasiado minúscula para considerarla con seriedad...»
ARTHUR L. SCHAWLOW (1921 - )
Compartió el premio Nóbel de física 1981 por el desarrollo de la espectroscopia del láser.
«Al encontrarse uno frente a frente con las maravillas de la vida y del Universo, inevitablemente se pregunta por qué las únicas respuestas posibles son de orden religioso... Tanto en el Universo como en mi propia vida, tengo necesidad de Dios».
MAX BORN (1882 - 1970)
Premio Nóbel de física 1954 por sus investigaciones en torno a la mecánica cuántica.
«Sólo la gente necia dice que el estudio de la ciencia lleva al ateísmo».
DEREK BARTON (1918 – 1998)
Compartió el premio Nóbel de química en 1969 por sus aportaciones en el campo de la química orgánica en el desarrollo del análisis conformacional.
«No hay incompatibilidad alguna entre la ciencia y la religión... La ciencia demuestra la existencia de Dios».
CHRISTIAN B. ANFINSEN (1916 – 1995)
Uno de los galardonados con el premio Nóbel de química 1972 por su trabajo sobre la estructura de los aminoácidos y la actividad biológica de la enzima ribonucleica.
«Creo que sólo un idiota es capaz de ser ateo».
ALBERT EINSTEIN (1879 – 1955)
Premio Nóbel de física 1921 por su trabajo sobre física teórica, en particular, la ley del efecto fotoeléctrico.
«Apenas si calco las líneas que fluyen de Dios».
WILLIAM D. PHILLIPS (1948 – )
Premio Nóbel de física 1997 por su empleo de rayos láser para producir temperaturas de apenas una fracción por encima del cero absoluto.
«Hay tantos colegas míos que son cristianos que no podría cruzar el salón parroquial de mi iglesia sin toparme con una docena de físicos».
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«El cielo proclama la gloria de Dios; de su Creación nos habla la bóveda celeste. Los días se lo cuentan entre sí; las noches hacen correr la voz» (Salmo 19, 1-2)
«Las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas» (Romanos, 1,20)
La ciencia pura y legítima apunta hacia la existencia de Dios y convalida la fe en Él.
Hoy en día son cada vez más los científicos respetados que se declaran creyentes, mayormente gracias a sus observaciones empíricas de la creación divina. Cuanto más descubrimientos realizan, más patente se les hace que el Universo no se produjo por un fenómeno casual ni por los denominados procesos naturales; tras ello hubo necesariamente un Artífice:
¡UN CREADOR INTELIGENTE Y AMANTE!
El poeta estadounidense Ralph Waldo Emerson, planteó de manera sucinta el vínculo entre la ciencia y la fe cuando afirmó:
«Todo lo que veo, me enseña a confiar en el Creador acerca de todo lo que no veo».
¿Y TÚ?
¿Conoces a Aquél, a quien “conocer es la vida eterna”?
ÉL SE MANIFESTÓ A TRAVÉS DE SU HIJO:
JESÚS
Jesús dijo: “El que me ha visto a Mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9)
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3, 16)
Si aún no has aceptado a Jesús, puedes hacerlo ahora mismo rezando la siguiente plegaria:
Jesús, deseo los dones que tú nos ofreces: la vida eterna y el amor que da sentido a la vida. Te abro mi vida y mi corazón ahora y acepto tu don de salvación. Te ruego que me perdones todo el mal que hice y deseé, que me ayudes a volver a empezar, a llegar a conocerte íntimamente y a sentir tu amor, tu paz, tu presencia. Amén .