Martín (1579-1639) era hijo de Ana Velásquez, esclava negra liberada, y del español Juan de Porres. Su condición de mulato le ganó insultos y marginación, empezando por su propio padre.
Era vecino de santa Rosa de Lima, y 7 años mayor que ella. Ambos fueron confirmados por el primer arzobispo de Lima, el español Sto. Toribio de Mogrovejo.
Era peluquero y enfermero cirujano. Entró en el convento dominico, donde se dedicó a la limpieza, y de ahí el apodo que se dio a sí mismo: “Fray Escoba”.
Gracias a su vida ejemplar, profesó como hermano religioso dominico en 1603. Tuvo los dones de bilocación, profecía, ciencia infusa, éxtasis, curación, milagros... Curó y salvó de la peste a los 60 dominicos de su comunidad.
Edificó el primer gran colegio para niños pobres en el Nuevo Mundo. Atendía diariamente a muchos enfermos y pobres, sin distinción de raza ni color, y por eso le llamaban también “Martín de la caridad”. Fue consejero del virrey y del arzobispo, a pesar de su color y de su humildad.
Falleció en 1639, 22 años después de su vecina santa Rosa (1586-1617), y fue canonizado por Juan XXIII en 1962, 291 años después de la canonización de Rosa, la primera santa de América Latina.
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