VIERTAN AQUÍ SUS LÁGRIMAS


.
.
Sábado Santo

Vengan al huerto, perfumes,
enjuguen la blanca sábana:
en el tálamo nupcial
el Rey descansa.

Muertos de negros sepulcros,
vengan a la tumba santa:
la Vida espera dormida,
la Iglesia aguarda.

Lleguen al jardín, creyentes,
tengan en silencio el alma:
ya empiezan a ver los justos
la noche clara.

Oh dolientes de la tierra,
viertan aquí sus lágrimas:
en la gloria de este cuerpo
serán bañadas.

Salve, cuerpo cobijado
bajo las divinas alas;
salve, casa del Espíritu,
nuestra morada.


(Lit. Hrs.)

.