NO HAY AMOR MÁS GRANDE QUE DAR LA VIDA POR QUIENES SE AMA

Jesús Buen Pastor
4º Domingo de Pascua.
15 de mayo 2011



Dijo Jesús a los fariseos: - Les aseguro que el que no entra por la puerta del corral de las ovejas, sino por otro lado, es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta, es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. El llama a cada una por su nombre y las lleva a buenos pastos. Jesús les puso esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. Entonces Jesús prosiguió: - Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. El que entra por mí se salvará, podrá entrar y salir, y encontrará su alimento. El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan vida y la tengan en abundancia. (Juan 10, 1-10).

Jesús se declara Pastor de su rebaño; es decir, guía del Pueblo de Dios en su camino hacia la Patria eterna. Es el Buen Pastor que dio la vida por los suyos, para que tengan vida abundante en el tiempo y en la eternidad.

El Buen Pastor es modelo, no sólo para los sacerdotes, religiosos, misioneros, obispos, sino también para los catequistas y agentes de pastoral, para los padres y educadores, para todo bautizado.

Todo cristiano, cada cual en su ambiente, han recibido de Cristo el honor y la responsabilidad de evangelizar y guiar a otros por el camino de la salvación, compartiendo la misión del Buen Pastor, mediante la oración, el ejemplo, la palabra, las obras y el sufrimiento ofrecido.

Jesús es la puerta o modelo para el educador, padre o madre, guía o pastor que quieran pastores y guías a quienes las ovejas reconozcan, escuchen y obedezcan, porque van delante de ellas con el ejemplo de su vida, que refleja la del Buen Pastor, porque viven unidos a él, que dijo: “Quien está unido a mí, produce mucho fruto”.

Hay padres, educadores, agentes y pastores que se lamentan de no ser escuchados y obedecidos por los hijos, alumnos o fieles. Pues la causa suele radicar en la desobediencia de esos pastores al Buen Pastor, tal vez haciéndose ladrones y salteadores con el mal ejemplo y con intereses ajenos a los de Jesús y de las personas que les ha encomendado. Necesitan convertirse a Cristo Buen Pastor y a las ovejas que les ha encomendado.

En este día del Buen Pastor celebramos la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, con el fin de obedecer el mandato de Jesús: “Rueguen al Dueño de la mies que envíe buenos obreros a su mies, porque la mies es abundante y los obreros pocos”.

En la Iglesia escasean pero se necesitan buenos y suficientes sacerdotes, misioneros, religiosos-as, sin embargo muy pocos apoyan o hacen de veras trabajo vocacional. Lamentable contrasentido, que es necesario revertir.

Todo grupo cristiano, toda familia puede y debe ser un pre-seminario. Pero la gran mayoría disuadirían de la vocación sacerdotal o consagrada a un hijo, hija o alumno. Lo cual es fruto de un cristianismo contradictorio, de una fe a medias, de una vida cristiana en la que a Cristo cuenta poco.

La vocación consagrada y la sacerdotal son una gran bendición de Dios para la humanidad, si se abraza y se vive con amor, alegría y libertad. Por ella se accede a una fecundidad, paternidad y maternidad divinas, pues su misión es engendrar hijos de Dios para la vida eterna. No hay vocación más sublime.


P.J.