(Autor desconocido).
Sin el Espíritu Santo,
Dios queda
lejos. Cristo pertenece al pasado, el evangelio es letra muerta; la Iglesia,
una organización más; la autoridad, un dominio; la misión, una propaganda; el culto, una evocación;
el obrar cristiano, una moral de esclavos.
Con el Espíritu Santo,
el cosmos
se eleva y gime en la infancia del Reino; Cristo ha resucitado; el evangelio es potencia de vida; la
Iglesia, comunión trinitaria; la autoridad, servicio
liberador; la misión, Pentecostés; el culto, memorial y anticipación; el obrar humano, una realidad divina.
Ignacio IV de Antioquía, (Upsala,1988)