LA FELICIDAD DE TERESA DE ÁVILA
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Vivo sin vivir en mí,
y tal alta vida espero,
que muero porque no muero.
Esta divina unión
del amor con que yo vivo
hace a Dios ser mi cautivo
y libre mi corazón;
mas causa en mi tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.
Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque, muriendo, el vivir
me asegura mi esperanza;
muerte do el vivir se alcanza,
no tardes, que te espero,
que muero porque no muero.
Cuando me gozo, Señor,
con esperanza de verte,
viendo que puedo perderte,
se me dobla mi dolor:
viviendo en tanto pavor,
y esperando como espero,
que muero porque no muero.
Vivo ya fuera de mí
después de que muero de amor;
porque vivo en el Señor
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di,
puso en mí este letrero:
que muero porque no muero.
Vivo sin vivir en mí,
y tal alta vida espero,
que muero porque no muero.
(Santa Teresa de Ávila)
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