UNA JOVEN HEROICA



Santa Bárbara
4 diciembre

La “passio” o narración del martirio de sana Bárbara se mezcla la realidad histórica con la leyenda. Nació en Nicomedia (hoy Izmir), Turquía. Cuando tenía 14 años, se transfirió con su familia a Rieti, Italia. Y allí los vecinos empezaron a llamarla Bárbara, que significa extranjera. La jovencita era de una belleza excepcional, y por eso la rondaban innumerables pretendientes.
En vista del acoso por parte de tantos, su padre Dióscoro construyó una torre para encerrar a la joven. Pero ella, convertida a la fe cristiana, había decidido consagrarse a Dios, y antes de que su padre la encerrara, no habiendo podido recibir el Bautismo, se sumergió tres veces en una piscina al lado de la torre, diciendo: “Bárbara se bautiza en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
La torre, por orden del padre, debía tener sólo dos ventanas, y Bárbara le pidió hiciera otra más, pensando en las tres divinas personas de la Trinidad. Cuando Dióscoro se enteró de que su hija era cristiana, decidió matarla. Pero ella salió milagrosamente de la torre, destruyó los ídolos de la finca de su padre y se refugió en un bosque.
Cuando logró capturarla, le llevó ante el prefecto Marciano para que fuera cruelmente atormentada y asesinada. El prefecto trató de convencerla a renegar de su fe, pero viendo que era inútil, la envolvió en telas ásperas que le hicieron heridas en todo el tierno cuerpo. De noche tuvo una visión y fue curada completamente. Pero fue sometida a nuevos tormentos, entre los cuales la colocación de placas metálicas candentes sobre su cuerpo.
Una mujer, Juliana, contemplando los suplicios de Bárbara, manifestó sentimientos cristianos para con ella, y por eso fue asociada al mismo martirio. Las arrojaron al fuego, pero las llamas se apagaron.
Cubierta de sangre y heridas por la flagelación, la pasearon desnuda por la ciudad; pero de pronto apareció milagrosamente vestida y totalmente sana.
Por fin Marciano, el 2 de diciembre del 290, teniendo Bárba 17 años, la condenó a la decapitación, y su propio padre quiso ejecutar la sentencia. E inmediatamente un rayo fulminó completamente al cruel padre, del cual no quedaron ni las cenizas. La devoción a la santa mártir se extendió rápidamente por todo el Oriente y Occidente.
Por los hechos de su martirio, santa Bárbara es invocada contra los truenos y relámpagos, y es patrona de los arquitectos, de los mineros, de los moribundos, de las armas de fuego, y en los barcos de guerra el depósito de las municiones se llama “Santa Bárbara”.
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