EL AMOR A DIOS HACE 500 AÑOS Y HOY


San Roberto Belarmino

17 septiembre

    Nació en Montepulciano (Italia) en 1542. Entró en la Compañía de Jesús en 1560. En 1570 fue ordenado sacerdote. Estaba dotado de una gran clarividencia y formidable memoria. Siendo profesor y director espiritual del Colegio Romano, tuvo entre sus alumnos y dirigidos a san Luís Gonzaga. Pasó a recibir el premio eterno en 1621.
    En su libro Sobre la ascensión de la mente hacia Dios escribe: Tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en miseri-cordia; ¿quién que haya empezado a gustar, por poco que sea, la dulzura de tu dominio paternal, dejará de servirte con todo el corazón. Tomen – nos dices- sobre ustedes mi yugo. Mi yugo -añades- es suave y mi carga ligera. ¿Quién no llevará de buena gana un yugo que no oprime, sino que halaga; y una carga que no pesa, sino que da nueva fuerza? Con razón añades: Y hallarán descanso para sus almas.
     ¿Y cuál es ese yugo tuyo que no fatiga, sino que da reposo? Por supuesto aquel mandamiento, el primero y el más grande: Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón. ¿Qué hay más fácil, más suave, más dulce que amar la bondad, la belleza y el amor, todo lo cual eres tú, Señor, Dios mío?
    ¿Acaso no prometes un premio grandioso a los que guardan tus mandamientos… como dice Santiago: La corona de la vida que el Señor ha prometido a quienes lo aman. Un bien superior a cuanto podamos pensar o desear, como dice san Pablo: Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman”.
p.j.