Nuestra Señora la Virgen del Rosario
7 de octubre
El Rosario es la práctica principal y más extendida de la devoción a María, que consiste en meditar los misterios de la Redención más relevantes de la vida de Jesús y de su Madre, a la vez que se recitan con fe amorosa padrenuestros y Avemarías.
El iniciador y principal propagador del Rosario fue el español santo Domingo de Guzmán, fundador de los dominicos. Según la tradición, se le apareció la Virgen María , aconsejándole el rezo del Rosario por la conversión de los herejes albigenses.
El Rosario es como un compendio del Evangelio que alimenta y sostiene la fe de multitudes en el camino arduo hacia la resurrección y la gloria eterna.
La devoción a María se alimenta con la invocación, la imitación, el amor y la gratitud. Ella siempre acude cuando se la invoca de corazón. Inténtalo y verás.
Con el Rosario entramos en relación amorosa con la Virgen María , Reina de cielos y tierra, Madre de Dios y Madre nuestra, que se digna abajarse a nosotros, porque su Hijo nos la dio como Madre en la cruz.
María es más madre nuestra que nuestra propia madre natural, porque ésta es madre de la vida temporal y la Virgen es madre de nuestra vida eterna, por ser la Madre del Salvador.
Cuando una persona ama a otra, no se cansa de repetir mil veces las mismas palabras de amor. Igual sucede con la repetición del Avemaría, acompañada por el recuerdo agradecido de los misterios de amor salvífico realizados por su Hijo Jesús, que nos merecieron la vida eterna.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
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