MÁRTIRES POR RESISTIR AL ABUSO SEXUAL



San Carlos Lwanga y compañeros, mártires



3 de junio




En 1964, Pablo VI, en la homilía de la canonización de estos mártires africanos, dijo: “La tragedia que los devoró, fue tan inaudita y expresiva, que ofrece elementos representativos suficientes para la formación moral de un pueblo nuevo, para la fundación de una nueva tradición espiritual”.

El joven rey Mwanga, pagano, se hizo amigo de los cristianos, pero cuando éstos se opusieron al comercio de esclavos y a los abusos sexuales contra los cristianos a su servicio en la corte, dictó una ley que les prohibía la oración, y mandaba encarcelar y dar muerte a todos los que fueran encontrados orando.

La persecución se extendió por todo el país y gran número de cristianos fueron martirizados, aunque se ignora cuántos por falta de datos escritos. Los primeros fueron 13 jóvenes de la corte, entre los 13 y 26 años, con Carlos Lwanga al frente. Unos fueron decapitados y otros quemados vivos en 1886.

Otro grupo, mucho más numeroso, lo constituyen los martirizados durante los años 1886y 1887. Pablo VI añadió en la homilía: “El África, bañada por la sangre de los mártires, surge libre y dueña de sí misma”.

P.J.