el amor vive despierto;
que no es el amor al muerto,
¡vos sois el muerto de amor!
Que si la lanza, mi Dios,
tu corazón pudo herir,
no pudo el amor morir,
que es tan vida como vos.
Anduve de puerta en puerta
cuando a vos no me atreví;
pero en ninguna pedí
que la hallase tan abierta.