¡¡¡Feliz Navidad sin fin del mundo!!!
Aquí, en Santiago de Chile, la Providencia, en lugar del fin del mundo,  nos bendijo con lluvia suspirada en el llano y nieve que adorna las cumbres de los Andes. Lo necesitábamos mucho. 
Y el día 21 -fijado por los falsos profetas para el fin del mundo-, gozamos de un día de sol espléndido, y asícontinúa hoy. Gracias al Emmanuel, Dios-con-nosotros de cada día.
Pero los falsos profetas, y los negociantes que se lucran con sus falsas predicciones, ya han aplazado -como ha sucedido tantas y tantas veces- otro día para el fin del mundo: el  23 de este mes. Y seguirán aplazando, porque hay quienes les hacen caso.
Si compraste velas, llévalas a una iglesia; si compraste comida y otras cosas, repártelas a los necesitados, como precioso regalo de Navidad. Y tendrás tu premio en el cielo.
No te reserves nada para el 23, pues tampoco va a suceder el fin del mundo, cuya fecha sólo Dios la sabe y sólo Él la dispone. 
Y no coincidirá jamás con las fechas que fijan los falsos profetas, sino cuando menos lo piensen ellos y todos los necios que les hacen caso.
En lugar de creer a los falso profetas, cree a Jesús:"Vendrán falsos profetas, ¡no les crean!"
No peques de ingenuo, credulón, necio..., pues los falsos profetas y los negociantes se ríen burlonamente y se lucran de la estupidez de quienes les hacen caso. 
Más bien tomemos la decisión de hacer lo que Jesús nos manda: 
"Estén preparados; vigilen y oren, porque no saben el día ni la hora"; 
ni la del fin del mundo ni la de nuestra muerte, que es la más importante y decisiva para cada uno.
Un cordial abrazo navideño.
P. Jesús
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